Washington, 15 oct (Prensa Latina) Mientras el Gobierno de Joe Biden mantiene hoy su férreo respaldo a Israel, miles de personas en Estados Unidos expresan su apoyo al pueblo palestino, despojado de sus tierras por la ocupación del régimen sionista.
Manifestaciones en Washington DC, Chicago, Los Ángeles, Nueva York, San Francisco, Kansas City y Seattle caracterizaron los últimos días.
Al menos seis mil personas se concentraron en Washington DC frente a la Casa Blanca, mientras que en Chicago se calcula que fueron alrededor de 15 mil, según publicaciones en redes sociales.
Si bien existe una ola de apoyo a Palestina, el país registró además protestas proisraelíes y focos de tirantez en universidades estadounidenses.
Al propio tiempo, el posicionamiento de algunos congresistas demócratas contra el respaldo de Estados Unidos a Israel crea fisuras entre miembros de ese partido en la Cámara de Representantes.
Los demócratas Rashida Tlaib y Cori Bush, integrantes de la Cámara Baja por Michigan y Misuri, respectivamente, recibieron críticas de sus colegas de bancada.
Tlaib sugirió retener el apoyo de Estados Unidos para financiar lo que calificó el «gobierno de apartheid» de Israel, un comentario que enfureció a sus colegas que lo encontraron ofensivo.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, recién anunció el segundo despliegue de un grupo de portaaviones en el Mediterráneo Oriental, cuando se reporta una escalada de tensiones en la región e Israel prepara un ataque por aire, mar y tierra contra la población palestina en la Franja de Gaza.
Este segundo grupo de portaviones lo liderará el USS Dwight D. Eisenhower, que se suma al USS Gerald R. Ford, que llegó esta semana a las aguas próximas a Israel.
También Estados Unidos desplegó aviones de combate, entre ellos sus F-35 y F-15.
Hasta ahora Biden ha hablado sobre los derechos del pueblo israelí sin mención a esta escalada, parte de un conflicto que tiene en su base 75 años de sufrimiento y desplazamiento del pueblo palestino ante la mirada silenciosa del propio Gobierno de Estados Unidos y de la comunidad internacional, en una política de doble rasero.
En la mañana del 7 de octubre, el Movimiento de Resistencia Islmámica (Hamas) lanzó un ataque que tomó por sorpresa a Israel y provocó más de mil muertos.
La respuesta israelí fue declarar la guerra a Hamas y el bloqueo total a Gaza, enclave costero donde residen 2,3 millones de personas privadas de agua, energía, alimentos y combustible.
Desde entonces, los bombardeos contra la población de la Franja de Gaza provocaron más de dos mil 720 fallecidos y 10 mil 800 heridos en los territorios ocupados